Fer Cozzi: “Cualquier iniciativa que fomente el amor por las letras es bienvenida”



Fer Cozzi, diseñadora gráfica de la UBA, se especializó en tipografía con Rubén Fontana. Creó Tomasa, su fuente predilecta, que integra sus experiencias de vida.

Fer Cozzi, destacada diseñadora gráfica, forjó su camino en el ámbito tipográfico en la Universidad de Buenos Aires, donde completó la carrera en Diseño de Tipografía bajo la tutela de Rubén Fontana. Su formación académica se complementó con una curiosidad innata y un espíritu experimental que la llevaron a explorar diversas facetas de las letras.




Tomasa: La tipografía que encarna una vida



De entre sus creaciones, Tomasa emerge como la fuente tipográfica que Cozzi considera su favorita y la mejor lograda. Más que un mero conjunto de caracteres, Tomasa representa una amalgama de experiencias, influencias y versiones de sí misma a lo largo de los años. Desde el Fer que incursionaba en el grafiti y disfrutaba del rap y el reguetón, hasta el Fer inmerso en talleres de caligrafía, todas estas facetas se entrelazaron en el proceso creativo de Tomasa.

La concepción de Tomasa, a pesar de su complejidad y el arduo trabajo invertido, fluyó con una sorprendente facilidad para Cozzi, quien supo discernir lo que era genuino y coherente con el proyecto, lo que le permitió construir una tipografía que, como Álvaro Franca señaló: "esperaba que no funcionara como un sistema", pero que, contra todo pronóstico, lo hace. Su esencia reside en la aleatoriedad, los "errores" y la inclusión de "cosas que no deberían funcionar", lo que la convierte en una obra única y el mayor orgullo de su creadora.




Desafíos y potencial de la tipografía argentina


Cozzi evalúa la situación del diseño tipográfico en Argentina con una perspectiva matizada. Si bien existe un gran interés por la letra en todas sus expresiones (caligrafía, lettering, tipografía), el diseño tipográfico en sí no experimenta el mismo nivel de movimiento. A pesar de la proliferación de personas creando letras, aún no se consolida una "concepción de industria tipográfica", tanto en la producción como en el consumo legal de tipografía. No obstante, Cozzi confía en que, a través de la insistencia, la creación y el diálogo, el diseño tipográfico será reconocido y comprendido como una profesión, al igual que la ilustración o la fotografía.

En cuanto a la peculiaridad del diseño argentino, Cozzi se muestra cautelosa ante la idea de una "manera local única". Reconoce la posibilidad de un modo más "latino" de hacer tipografía: irreverente, menos formal, caracterizado por el espíritu de "no sé qué estoy haciendo y lo hago igual". Sin embargo, también observa una tendencia actual hacia la "neutralidad", una suerte de disimulo de las particularidades locales y las influencias contextuales que distinguen la producción latinoamericana de, por ejemplo, la europea.

Para Cozzi, la reducción de la producción a "cosas que venden" es limitante, ya que impide la experimentación y la exploración de enfoques que quizás no se les ocurran a otros. Se adhiere a la filosofía de que las letras que dibuja son la suma de contingencias, "una crónica de intersecciones casuales, de azares", como diría Paul Auster. Esta perspectiva la impulsa a explorar nuevas posibilidades, consciente de que sus propias experiencias y azares son intrínsecamente diferentes a los de los demás.





El diseño tipográfico latinoamericano: resistencia y comunidad


El diseño tipográfico en Latinoamérica, según Cozzi, "va como puede, pero va". Destaca la capacidad de la región para lograr mucho con pocos recursos, lo que forja un espíritu de "lo resolvemos con lo que hay". Si bien esta puede ser una limitación, también se convierte en una ventaja que impulsa la creatividad y la adaptabilidad.

En el ámbito de los eventos, Cozzi resalta la importancia de espacios como DíaTipo, al que asiste anualmente no solo por las conferencias, sino por la consolidación de la comunidad. La sensación de compañerismo y apoyo mutuo es, para ella, la mayor fortaleza de Latinoamérica en este campo. La disposición a estar, ayudar, compartir y respaldar a quienes desean incursionar en la disciplina es un valor fundamental que impulsa el crecimiento y la colaboración.

Entre los colegas del diseño tipográfico que destacan en Argentina, Cozzi menciona a Yanina Arabena y Julia Martinez Diana.




Caligrafía, lettering y tipografía: Una relación dinámica


Cozzi observa el auge de la caligrafía y el lettering entre diseñadores, artistas e ilustradores con una perspectiva positiva. Reconoce el "boom" de personas dedicándose a estas disciplinas, con resultados que varían en calidad, pero siempre con un denominador común: el aprecio por una buena letra.

Definitivamente, este movimiento contribuye a que más personas se interesen en las letras y comprendan que no aparecen "por arte de magia en las pantallas". También representa un buen punto de entrada al diseño tipográfico, aunque Cozzi enfatiza la necesidad de la práctica constante. Advierte que dibujar letras hermosas no es suficiente para hacer tipografía, ya que esta implica lidiar con cuestiones de sistema, detalles técnicos y otros desafíos que los calígrafos y letristas no enfrentan. No obstante, para ella cualquier iniciativa que fomente el amor por las letras es bienvenida.




Más Allá de lo Técnico


Para Cozzi, las cualidades de una buena tipografía de lectura se resumen en que "te guste y sea coherente con la intención del proyecto". Las tipografías, por sí mismas, tienen la capacidad de transmitir personalidad y comunicación. Cita a Zuzana Licko, para enfatizar que "la legibilidad es un proceso dinámico", que depende de la familiaridad del lector con las formas, el tiempo y la intención de leer.

En última instancia, una buena tipografía de lectura es aquella que el lector está dispuesto a leer. Su idoneidad está más ligada al contexto y al tipo de proyecto que a meras cualidades técnicas.




Un futuro en construcción


Por el momento, Cozzi considera que la Inteligencia Artificial (IA) no ha afectado significativamente el diseño tipográfico. Si bien la IA puede generar elementos divertidos con letras, como texturas, patrones o incluso bocetos, el diseño de una tipografía con lógica, coherencia y una visión innovadora sigue siendo un trabajo inherentemente humano.

La IA, a su juicio, no posee la capacidad de pensamiento ni la creatividad humana. Puede seguir órdenes, pero la habilidad de mezclar conceptos, reinterpretar formas y generar nuevas narrativas a través de las letras es más un acto de expresividad que de ejecución mecánica. Cozzi, inmersa en la exploración de nuevas formas de leer y contar las letras, no concibe que la IA pueda ayudarla o reemplazarla en este proceso. Aunque la IA podría generar opciones al azar, la toma de decisiones intencionadas y la dotación de sentido a esas decisiones siguen siendo prerrogativa humana.




Mujeres latinoamericanas y tipografía: Un movimiento en ascenso


Cozzi percibe un creciente interés en torno a las letras por parte de muchas mujeres, pero reconoce la falta de representatividad en la industria local, que históricamente ha sido dominada por hombres. Menciona experiencias personales en las que otros diseñadores y profesionales asumieron que era un hombre, quizás por su nombre o su trabajo, y se sorprendieron al descubrir que era una mujer. Atribuye esto no a una mala intención, sino a una predisposición a creer que la mayoría de los diseñadores tipográficos son hombres. También señala la expectativa de que las mujeres produzcan letras "suaves", "coquetas" y "femeninas", lo cual difiere de la construcción de su propio trabajo.

A pesar de estos desafíos, Cozzi celebra la existencia de un "movimiento fuerte de mujeres en el campo de la tipografía", que ha generado espacios seguros para compartir y ayudarse mutuamente. Considera que este es un gran momento para apoyar a todas las mujeres diseñadoras y construir una comunidad más diversa. Subraya la responsabilidad colectiva de hacer del medio un lugar verdaderamente inclusivo, no solo para mujeres, sino abierto a todos los géneros e identidades: “un mundo no binario de aceptación y compañerismo”.





Entre las mujeres latinoamericanas en el campo de la tipografía que Cozzi respeta y admira por su desarrollo profesional, menciona a Fabiola Mejía (Costa Rica), Sabrina Lopez (Argentina), Julia Martinez Diana (Argentina), Yani Arabena (Argentina) y Cyla Costa (Brasil), entre otras.

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