Pedro Guevara: El diseñador industrial que conquistó Milán y renació en Inglaterra

Radicado en Inglaterra, ha desarrollado una diversa trayectoria profesional, desde mobiliario y stands en Venezuela hasta el diseño de uniformes y car wrapping en el Reino Unido.


Ocho años ha cumplido Pedro Guevara de vivir en Inglaterra. Ocho años sin venir a Venezuela.

Tras sentir los embates de la crisis en su país natal, el diseñador industrial egresado del Instituto de Diseño Caracas decidió emigrar, pensando en el futuro de su hijo.

Su itinerario profesional es rico en vivencias y experiencias creativas, pues, además de diseñador, Guevara es músico y trabajó como DJ Guevara en los Black Magic Sound.

Recién graduado, trabajó para un profesor, que era propietario de una empresa que diseñaba stands comerciales. “De aquel tiempo hice mobiliario para Doritos, muy bonito, 6 o 7 piezas con juntas y encastres, sin clavos”, recuerda quien perteneció a la promoción que desarrolló el carro eléctrico Surara, todo un suceso en su época. Entre sus compañeros, estuvo Giancarlo Urdaneta, cuyos trabajos del instituto, junto a una lámpara de planos seriados de Guevara, fueron reseñados en la revista Todo en Domingo. De esa publicación le surgieron clientes. Eran otros tiempos.




Aún viviendo en el país a principios del siglo XX, también desarrolló unos kioscos para la Alcaldía de Baruta, las torres para los salvavidas de Margarita -que también se instalaron en República Dominicana.

En la Caracas de aquel momento también hizo trabajos para los restaurantes Madero y Vinil, el Club Santa Paula y residencias privadas. “Hice muchos stands y mobiliario específico”, cuenta.

Trabajó junto a Andrés Alibrandi en Wall & Design, para la que diseñaba papel tapiz, pero la empresa cerró y pasó a Imaginarios de Venezuela, con su amigo Juan Carlos Souki, que le permitió atender clientes de Mondelez y Diageo.

Con esta empresa, relata Pedro Guevara, que se inició en el diseño de experiencias, alrededor del 2009, generando desde cero eventos que le permitieron experimentar con materiales, fusionando las formas tridimensionales con lo gráfico.




En el Salón Satélite de Milán


El diseñador industrial Miguel Troccoli, graduado del IDC que emigró tempranamente para Italia, fue la persona que animó a Pedro Guevara a participar en el Salón Satélite de la Feria del Mueble de Milán.

Troccoli, reconocido por sus impresionantes renders hiperrealistas, trabajó con Marva Griffin, y en su momento facilitó la conexión con otros colegas como Lorenzo Bustillos, quien participó en el “Salone” en 2002. En el presente, Bustillos es profesor del prestigioso Istituto Marangoni.





Al ser seleccionado para exponer en el Satélite en 2009, Pedro Guevara puso manos a la obra en el taller de su amigo Alfredo Mele: “Allí corté las lámparas que llevé a Milán, pintadas con aerógrafo en dos tonos, naranja lechosa en la parte interna y marrón tabaco por fuera”, relata.

A las lámparas que presentó como Orb-Light, les concedió el toque venezolano con los nombres “Papaya” y “Cacao”. Vendió tres, que fueron a distintos destinos.



Renacer en Inglaterra


Pedro Guevara destaca por el entusiasmo que imprime a cada palabra que pronuncia, resaltando que cada paso que ha dado ha sido un aprendizaje de vida.

Su primer trabajo en Inglaterra consistió en colocar volantes de puerta en puerta. “Un trabajo duro, mientras enviaba mi curriculum hasta la reina”, dice riendo.

Lo común era que le respondieran que estaba sobrecualificado. Entonces cambió la estrategia, porque lo que deseaba era insertarse en el mercado laboral en su profesión.

Pasó a trabajar como mesonero, lo cual lo ayudó a aprender sobre la sociedad británica. “Allí también afiné mis habilidades como vendedor, siendo reconocido como uno de los mejores mesoneros de UK”.


Al cabo de dos años, lo contrataron como diseñador en una empresa especializada en fabricar uniformes con bordados, cuyos principales clientes eran escuelas y clubes deportivos. “Allí comencé a atender clientes como el equipo técnico de la banda alemana Rammstein”, recuerda, quien ahora se desenvuelve como Head Designer de Bossdog, la empresa más grande de Car Wrapping de Redhill.

Guevara reconoce que se “vuelve loco con los catálogos de materiales vinílicos texturizados ingleses, son impresionantes”, reconoce el creativo que también ha robustecido sus habilidades en diseño gráfico, para aplicar sobre superficies tridimesionales, como un automóvil o una motocicleta.

“He hecho cosas para el fotógrafo Ian Black y artistas como Judi Dench. También diseñó para el evento celebratorio del 50 aniversario del salto en Wembley de Evel Cannibal (Evel Knievel), para el que debió reconstruir logos en vectores para aplicarlos sobre las motos que usaron en el show.




Crecimiento del 2002 al 2025


El entrevistado afirma que lo que más le gusta de su carrera es la oportunidad que le brinda de crear lo utilitario. Lo hizo en Venezuela, pese a las limitaciones productivas, lo hace en donde reside actualmente.

“Me impresiona el sistema de transporte de Inglaterra. Es el epicentro del diseño industrial, porque para el mismo, se han creado múltiples soluciones. Al inglés le suele gustar mucho el diseño alemán y el italiano, no obstante, tienen diseño increíble”.




Ante la irrupción de la inteligencia artificial, Pedro Guevara no se amilana, aseverando que “mientras sigamos siendo seres pensantes, seguirá la creación”.

Pedro Guevara relató su historia en la tertulia Forma y Función, que tuvo lugar el 29 de junio 2025 para celebrar el Día Mundial del Diseño Industrial.

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